25 de Noviembre de 2022
Un trasplante es un procedimiento quirúrgico en el que se sustituye un órgano enfermo o parte de éste, por otro que suplirá su función. Términos médicos que para muchos suenan como algo ajeno, pero no para Carlos Ríos.
Cuando tenía 18 años fue diagnosticado con una distrofia corneal, que se caracteriza por la acumulación anormal de material extraño en las capas de la córnea (la parte transparente que recubre el ojo). Una enfermedad que progresa lentamente y produce visión borrosa y pérdida de visión a largo plazo. En ese momento le indicaron que no tenía cura, y aunque reconoce que la noticia lo impactó, nunca bajó los brazos. “Uno se echa a morir, pero sigue tratando de salir adelante. Después descubrí que existía la posibilidad de un trasplante y me derivaron al Hospital de La Serena. Yo ya era paciente en el recinto, pero fue la Dra. Compan quien comienza a contarme de esto”, señala Carlos.
Es por esto que como una forma de disminuir la lista de espera regional y ayudar a los pacientes que más lo necesitan, considerando que la zona norte no contaba con esta prestación en su cartera de servicios, los hospitales de Coquimbo y La Serena se unieron para trabajar de manera colaborativa en los primeros procuramientos y trasplantes de córneas. Todo comenzó el año 2018, avanzándose en una lista de espera de pacientes que requerían este procedimiento, entre los que se encontraba Carlos Ríos.
“Mi visión antes era bien borrosa, podía ver hasta grado 2 y hoy veo hasta 7 gracias al trasplante, por lo que invito a toda la gente a hacerse parte de la donación de órganos, en especial córneas, para dar una solución y mejorar no solo la calidad de vida de quien lo recibe, sino que de toda la familia. Este trasplante mejora mucho la calidad de vida”, manifiesta Carlos, quien además comenta que su hermana melliza también fue trasplantada de córneas gracias al mismo programa.
Al igual que como ocurrió con él y su familia, un trasplante permite mejorar la sobrevivencia de muchas personas con enfermedades que afectan a uno o más de sus órganos. De un donante fallecido por criterio neurológico o muerte encefálica se pueden donar órganos para 7 personas y realizar más de 50 trasplantes de tejidos, como por ejemplo el de córnea. “Desde que comenzó el programa se han realizado 36 trasplantes de este tipo en 30 pacientes, ya que 6 han sido bilaterales. El equipo de Oftalmología ha estado muy comprometido, por lo que quisiera felicitarlos y destacar además que todo se hizo en plena pandemia, por lo que efectivamente podemos tener objetivos ambiciosos”, indicó Iván Marín, director del Hospital de La Serena.
Por su parte, el director del Hospital de Coquimbo, Christian Vargas, valoró el trabajo mancomunado entre ambos recintos para poder llevar a cabo este importante hito para la región. “La Unidad de Procuramiento le retribuye mucha alegría a la institución y la colaboración con el Hospital de La Serena da cuenta de esto, de la participación de la red en su conjunto de poder lograr los objetivos. Si bien somos dos hospitales distintos, trabajamos en beneficio de nuestros pacientes, por lo que estamos muy orgullosos del equipo”, indicó.
Cabe destacar que actualmente en la región sólo se realizan procuramientos de órganos y tejidos y trasplantes de córnea. “Si bien nosotros como región no tenemos trasplante de órganos como riñón, corazón o pulmón, si podemos aportar a nivel país para que otros pacientes puedan recibir ese órgano, y esperamos que más adelante con nuestros hospitales ya normalizados podamos realizar estas prestaciones y nuestros pacientes no tengan que viajar”, indicó la Dra. Alejandra Álvarez, Subdirectora de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Coquimbo.
¿Sabías que los tejidos también se pueden donar?
La Unidad de Procuramiento del Hospital San Pablo de Coquimbo incorporó el año 2016 el Programa de Donación de Tejidos Activos, que consiste en la extracción de membrana amniótica y tejido óseo de un paciente vivo, para luego ser reutilizada en el tratamiento de heridas, úlceras, en oftalmogía, en neurocirugía, en traumamatolgoia y cirugías complejas (amniótica), al igual que en operaciones neuroquirúrgicas, maxilofaciales y traumatológicas (tejido óseo).
“Una mamá que viene a tener a su bebé por una cesárea, nosotros nos acercamos a ella para solicitar la donación de su placenta y usamos el amnio, una telita que envuelve al bebé. En el caso del tejido óseo, son aquellos pacientes que se van a someter a una artroplastia total de cadera, donde les sacan la cabeza de fémur y se cambia por una prótesis. Tanto placenta como cabeza femural normalmente son eliminadas y nosotros tras la selección rigurosa de los donantes y consentimiento informado, obtenemos estos tejidos para que sean implantados en los pacientes”, explicó Lida Miranda, enfermera jefe de la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos del Hospital de Coquimbo.
Este año, como país hemos logrado alcanzar cifras previas a la pandemia, por lo que se vuelve vital hablar de la donación de órganos en familia para concientizar sobre la importancia de donar de vida, ya que sin donantes, no hay trasplantes. Este mismo sentir es el que comparte la Seremi de Salud, Paola Salas, quien pidió reforzar los principios de solidaridad, amor al otro y empatía.
“Yo hago un llamado a nuestra comunidad a que empiecen a pensar en que ellos también pueden llegar a necesitar un órgano, o sus hijos, y empiecen a reflexionar como familia que es importante donar, porque la decisión es de la familia. La ley ya la tenemos en Chile, somos todos donantes, entonces ya tenemos el primer respaldo, nos falta ahora la sensibilidad social”, finalizó.
Fuente: Servicio de Salud de Coquimbo. Disponible en: Hombre cambia su vida y recupera la visión gracias a inédito programa regional de trasplante de córneas - Servicio de Salud Coquimbo (redsalud.gob.cl)